domingo, 24 de junio de 2012

La Batalla del Aguasnegras


 

" —¡Retroceso! —rugió—. Alejémonos. ¡Apartémonos de ella, atrás, atrás!
Cortaron los cabos de abordaje y Davos percibió el movimiento de la cubierta bajo sus pies cuando la Betha negra se liberó de la Venado blanco. Sus remos se metieron en el agua.
Entonces oyó algo parecido a un gruñido corto, como si alguien le hubiera soplado en el oído..El estruendo llegó medio instante después. La cubierta desapareció bajo sus pies y el agua negra le golpeó el rostro, llenándole la boca y la nariz. Se ahogaba, se estaba asfixiando. Sin saber en qué dirección iba, Davos braceó, ciego de pánico, hasta que logró salir de repente a la superficie. Escupió agua, inhaló profundamente el aire, se agarró del trozo de madera más cercano y se mantuvo a flote.
La Pez espada y la vieja nave habían desaparecido, a su lado flotaban, corriente abajo, cuerpos ennegrecidos y hombres medio asfixiados que se agarraban a trozos de madera humeante. A una altura de quince metros, un remolino demoníaco de fuego verde danzaba sobre el río. Tenía una docena de manos, con un látigo en cada una, y todo lo que tocaban estallaba en llamas".
 Davos Seaworth (Choque de Reyes).